sábado, 11 de abril de 2015

Pugna entre Trias y el Govern por el uso de la tasa turística

REGULACIÓN DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA

Pugna entre Trias y el Govern por el uso de la tasa turística

El ayuntamiento ha empezado a gastarla en paliar los efectos negativos del sector

El 'conseller' Puig exige que el impuesto se destine a promover y mejorar la oferta

PATRICIA CASTÁN / SONIA GUTIÉRREZ

Solo unos días después de que el alcalde Trias exhibiese su lealtad total al Govern en el pleno extraordinario sobre la deuda que la Generalitat mantiene con Barcelona, la supuesta sintonía quedó ayer en entredicho. De nuevo, otro conflicto económico: el uso de la tasa turística. El 'conseller'Felip Puig echó un jarro de agua fría a la ciudad al insistir en que lo recaudado con el impuesto se tiene que destinar a promoverpolíticas turísticas. En concreto, los ayuntamientos pueden destinarlo desde este año, no solo a promoción, sino también a "infraestructuras, desarrollo y destinos turísticos". Pero siempre en el ámbito de mejorar la oferta.
Lo dijo durante la presentación de los resultados de la tasa que abonan los turistas alojados en Catalunya y que el año pasado ascendió a 41 millones, de los que 21,4 se recaudaron en Barcelona. Pero la controversia llegó cuando el 'conseller' insistió en que no estaba previsto incrementar el 33% del ingreso que se retorna a cada municipio. Y mucho menos destinarlo a paliar los efectos secundarios del turismo, que en Barcelona afectan a la saturación de algunos barrios, la limpieza y las actitudes incívicas, sobre todo.
Según Puig, el retorno de dinero se hace porque los ayuntamientos son "parte activa de las políticas turísticas, sobre todo en materia de promoción local, pero es un recurso para la política turística de país, de Catalunya", subrayó. Y agregó que cada municipio tiene su propio sistema de ordenanzas fiscales para imponer cualquier recargo en sus actividades económicas, al margen de la tasa autonómica.

Puntos de vista

Tan solo unas semanas antes, la concejala de Economia, Sònia Recasens, anunció que Barcelona había pactado un retorno del 48%, que supondría un total de unos nueve millones al año. Y que además se destinaría a mitigar también los problemas del turismo. Para empezar ya se ha financiado con esos recursos el nuevo servicio de agentes cívicos que recorren la Sagrada Família, la Barceloneta y el entorno del parque Güell, promoviendo la ordenanza cívica. Y también la vigilancia nocturna del Turó de la Rovira y servicios de tecnologías de la información para analizar la oferta dealojamientos turísticos en la capital catalana, entre otros.
Pero según el 'conseller', no hay un aumento en el porcentaje de la dotación, sino un "convenio bilateral" de dos millones más, sobre lo recaudado en el 2015, a sumar al 33,8% de Barcelona. En la práctica supondrá llegar este año al 48%, pero solo hizo alusión a esta campaña.
Para el Ayuntamiento de Barcelona, las inversiones previstas sobre todo en las zonas de más desgaste encajan dentro de los cuatro puntos contemplados por la ley del 20 de marzo del 2012. El consistorio "financia con los recursos del impuesto proyectos que tienen por objetivo el cuidado, la protección y conservación del destino, como marca la ley". Pero Puig alude a mejorar la oferta turística del destino, y Barcelona en la práctica subsana heridas.

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