Barcelona, 24 feb (EFE).- Medio millar de ciudadanos han acudido a la Audiencia Pública de Turismo que ha convocado el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, a petición de diversas entidades a raíz de las protestas contra el turismo de borrachera que arrancaron el pasado verano en el barrio de la Barceloneta.
Las limitaciones de aforo han impedido que unas 300 pudieran acceder a la biblioteca Jaume Fuster, por lo que muchos de ellos han permanecido en sus puertas con megáfonos y pancartas con los que han expresado su rechazo a la proliferación de apartamentos turísticos, la expulsión de los vecinos, el aumento del coste de vivir en determinados barrios y la masificación de esta actividad en la ciudad.
El alcalde no ha asistido al acto, que ha presidido el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, y en el que la teniente de alcalde de Economía, Sonia Recasens, ha expuesto la posición del gobierno municipal y ha asegurado que se detectan efectos negativos del turismo en la ciudad desde 2007.
Recasens se ha comprometido a incorporar "todas las propuestas" que se hicieran en la Audiencia Pública al proceso que se está llevando a cabo para conseguir un Pacto por un turismo sostenible en la ciudad.
Sonia Recasens ha asegurado que los ciudadanos quieren hablar y el gobierno municipal escuchar porque hace falta gestionar el éxito del turismo en Barcelona.
Tras la teniente de alcalde, ha intervenido el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Lluis Ravell, que ha leído la ponencia y el decálogo de propuestas que han consensuado las asociaciones vecinales, plataformas y movimientos ciudadanos, colectivos profesionales del sector turístico, sindicatos y organizaciones ecologistas que han promovido la audiencia pública.
Ravell ha aprovechado la ocasión para advertir de que la Ley de simplificación administrativa que está elaborando el Parlament de Cataluña relajará las exigencias a los establecimientos turísticos y empeorará la situación.
La intervención de los ciudadanos ha sido complicada por la cantidad de personas que querían hacerlo, la mayoría representantes de asociaciones vecinales y de empresas vinculadas con la actividad turística, en especial relacionadas con apartamentos.
El primero en intervenir ha sido Antonio López, un vecino de la Barceloneta, que ha insistido en que los vecinos no están en contra del turismo sino contra incivismo y lo que quieren es que se les respete.
En sus intervenciones, casi todos los representantes vecinales han criticado al alcalde Xavier Trias por no haber asistido y haber convocado esta audiencia lejos del centro de la ciudad y en un local con poca capacidad pese a las previsiones de asistencia.
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