BARCELONA Poco a poco, a los ciudadanos nos están alejando del Puerto de Barcelona

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Poco a poco, a los ciudadanos nos están alejando del Puerto de Barcelona

Vicenç Forner 

La cabalgata de Reyes por mar de Barcelona ha muerto. Alegando normativas de seguridad, el Puerto ha decidido que los ciudadanos se abstendrán de participar en el acto. Poco a poco, nuestro puerto se ha ido alejando de la ciudadanía. Se cerró primero el acceso al rompeolas, y luego al Port Vell y al puerto pesquero que, durante más de dos siglos, ha dado identidad al barrio de la Barceloneta. Hoy, el puerto es un negocio más de esta ciudad que antepone los intereses económicos de las grandes compañías extranjeras, que se lo reparten por sectores, a los de la ciudadanía y de las empresas españolas, que han desaparecido junto con miles de puestos de trabajo. A los nuevos inquilinos del puerto les molestan nuestras tradiciones bárbaras. Los propietarios de los grandes yates han pagado una fortuna por una parcela que incluye la más severa normativa de seguridad. En el barrio nos preguntamos qué será lo siguiente en desaparecer. ¿La procesión de la Virgen del Carmen, el Carnaval desde el Moll del Rellotge, las sardinadas en la platgeta...? Con esa actitud solo conseguirán que dejemos de creer en los Reyes Magos y traslademos la ilusión de nuestros niños a Santa Claus.