lunes, 29 de diciembre de 2014

Este hombre ha destapado uno de los mayores escándalos de la crisis y necesita tu ayuda Te harán creer que es un delincuente, pero gracias a Antoine Deltour conocemos el caso #LuxLeaks

Esta crisis es una estafa y cada vez existen más pruebas de ello. Mientras buena parte de los griegos y españoles (por nombrar dos de los países más afectados) empezaban a acostumbrarse a lo que es no tener dinero para comer ni pagar facturas energéticas, Luxemburgo montaba en su diminuto país una conga para grandes empresarios: el gobierno firmó acuerdos de dudosa moralidad con diversas multinacionales para reducir el impuesto de sociedades -lo que deben tributar las empresas– al 1% e incluso menos.
El primer ministro de ese paraíso para las grandes fortunas, Jean-Claude Juncker, es hoy presidente de la Comisión Europea. El político no podía imaginar que el joven trabajador de una auditora filtraría los documentos secretos que demostraban estos escandalosos pactos en plena recesión. Ese fue Antoine Deltour, un chico de 28 años, empleado de PricewaterhouseCoopers (PwC), que se encargaba de gestionar esos acuerdos.
En una única entrevista al diario Libération, Deltour explicó que no quiso formar parte de lo que estaba haciendo su empresa: "Actué por convicción, no para aparecer en los medios". El analista filtró 4,4 gigabytes de información en dos tandas, la primera fue a principios de noviembre, en la que aparecieron empresas como The Walt Disney Co, Skype, Telecom Italia o Koch Industries.
Hasta 370 compañías, entre las que surgieron gigantes como Pepsi, Deustche Bank, Amazon o Ikea, entre muchas otras, se benefician de la barra libre de impuestos que les ofrece Luxemburgo. En la segunda tanda de revelaciones, a principios de este mes, se descubrió que en el entramado no solo participaba la auditora PwC (donde trabajó el ministro Luis de Guindos), sino las otras tres más importantes: Ernst & Young, Deloitte y KPMG.
Deltour no está solo
Todo empezó en 2012, cuando el periodista francés Edouard Perrin estaba investigando asuntos de evasión fiscal y llegaron a sus manos unos documentos comprometedores para las autoridades de Luxemburgo. El periodista no sabía quién le mandaba la documentación.
Después de dos programas emitidos en la televisión pública francesa, empezaron a sobrevolar acusaciones sobre Perrin. Entonces, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación ( ICIJ) le contactó para ayudarle a analizar los 1.028 documentos que tenía en su poder, y que demuestran la gran estafa: decenas de grandes multinacionales hanevadido miles de millones de euros, que deberían haber aportado a las arcas públicas, con la aprobación del que hoy es uno de los máximos mandatarios a escala europea.
El escándalo se ha hecho público gracias a una red de 80 periodistas de 26 países distintos, que han trabajado de forma coordinada para descifrar los acuerdos secretos que conocemos gracias a Deltour. Aunque ninguna empresa española aparece en los documentos, el diario El Confidencialformó parte de la investigación y la asociación Xnet, vinculada a 15m pa Rato y propulsora del Buzón X, apoyan su causa.


El denunciante, el único perseguido
Pese a que la Comisión Europea ha iniciado una investigación que se ha saldado con la apertura de expedientes a Luxemburgo por los casos de Amazon y Fiat, Jean-Claude Juncker esté evitando dar explicaciones sobre lo que ocurrió durante su mandato como primer ministro. Quien está siendo investigado y perseguido por la justicia de Luxemburgo es el denunciante, Antoine Deltour.
El ex trabajador de PwC ha sido acusado de robo y blanqueo, y los ciudadanos se han organizado para crear un comité de apoyo que, entre otras cosas, ha lanzado una campaña en Change.org para recoger firmas. Puede que no confiemos demasiado en estas vías digitales para hacer presión, pero de alguna forma tenemos que hacer llegar a los representantes europeos de las grandes multinacionales que preferimos 1 filtrador en el borde de la legalidad a 1.000 estafadores oficiales que crean leyes en su beneficio. Por aquello del interés público.

Mientras Deltour esté acusado y Juncker siga como presidente de la Comisión Europea, podemos seguir diciendo que esto no es una crisis. Es una estafa.

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